Dentro de las promesas populistas, de partido popular, salió a la luz el otro día una sorprendente consistente en derrogar la actual ley del tabaco y volver a su estadío anterior.
Me figuro que no tendrá ninguna relación a que el candidato que la ha realizado sea fumador habitual y mas bien sea por derrocar cualquier ley dictada por sus predecesores, aunque fuera votada por él mismo.
Desde la entrada en vigor de la ley actual da gusto entrar en los bares y restaurantes sin tener que aguantar los humos, tanto propios como extraños, puedes entrar con los niños tranquilamente pues se puede respirar y las comidas y consumiciones tienen un mejor gusto.
Algunos pocos hosteleros recalcitrantes invocan que en otros paises se puede fumar, no entiendo como aportan estas ideas ya que en mis viajes por esos paises he comprobado como nadie fuma en los lugares públicos cerrados y en alguna ciudad como Nueva York ni en los abiertos.
Si esta promesa va en firme, no diré que no le votaré porque tampoco lo pensaba hacer, sino que me abstendré de entrar en los locales donde se permita fumar y desde aquí hago un llamamiento a ese 70% de no fumadores para que se sumen a la iniciativa, creo que con dos semanas de no entrar en esos establecimientos se les reconduciría.
2 comentarios:
Si es que no hay nada como legislar en contra del que se va, aunque la ley sea positiva, pues se cambia y punto. Con lo a gusto que se entraba ahora a los bares...en fin, gana la Espe!!
Un abrazo.
Los no fumadores somos mayoría, tenemos la fuerza de nuestro lado, lo malo es que nos falta la unión
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